Dinamarca, 1940.
En un vagón de tren con destino a Dinamarca, tres hermanos alemanes huyen de la guerra que ha estallado en Europa. Karan, la mayor de los tres, ha prometido a sus padres, a quienes deja atrás, que hará todo lo posible por mantenerlos a salvo. No será fácil, Annemette solo tiene cuatro años, y Joren, de catorce, es tan especial que el mundo no lo comprende.
Será un camino difícil y una lucha constante de Karan para cumplir su promesa y sobrevivir. No obstante, el destino le hará encontrarse con Derek, a quien la adversidad y la oscuridad no le quitan la sonrisa ni la fe en los finales felices.
Una historia tierna, dulce y que nos demuestra que, aun en los momentos más oscuros, se puede mantener vivo el amor en todas sus formas.
Tenía tantas ganas de leer esta novela que
en cuanto vi que el blog Tejiendo ideas, cosiendo palabras organizaba una lectura conjunta para este mes de febrero, no lo dudé y me apunté *-* De Paula Gallego ya leí el año pasado 13 horas en Viena y me gustó muchísimo, así que entre las opiniones que ya había leído de esta nueva novela y que ya conocía el estilo de la autora, sabía que la iba a disfrutar mucho.
Y así ha sido, así que como tengo muchas cosas que contaros, mejor voy empezando ya, que no quiero que se haga muy larga la reseña
^-^'
La novela se nos presenta
narrada en primera persona desde el punto de vista de Karan, una de nuestras protagonistas, aunque yo diría que es la principal protagonista. Como bien se indica en la sinopsis,
la historia arranca con un tren rumbo a Dinamarca, pues Karan y sus dos hermanos —Annemette, de cuatro años, y Joren, de catorce— huyen de la guerra para ponerse a salvo, dejando atrás a sus padres y a Lise, su hermana mayor.
Bajo el manto de miedo y desesperación que cubren la vida de Karan y el resto de personajes,
¿logrará Karan mantenerse unida a sus hermanos? ¿Podrá el amor hacerse un hueco? ¿Podrán aceptar a Joren tal y como es? ¿Y qué será de Annemette, la pequeña del grupo? Desde luego,
se adivina que no será un camino nada fácil para ninguno de nuestros personajes, y todas estas preguntas lograron mantenerme en vilo de principio a fin, a medida que avanza con la lectura.
Entre los personajes secundarios que intervienen en la novela, y exceptuando a los hermanos de la propia Karan, cabe destacar a Derek y su hermano Louis, Bibi, Erika, Berit y Alexander, y más adelante aparecerá el señor Vilhelm en escena.
Y lo primero que tengo que destacar de la novela son sus personajes, pues todos ellos están tan bien trabajados y perfilados que fácilmente se les llega a conocer a la perfección, o al menos yo he podido conocerles muy bien, tanto a los más relevantes como a los más secundarios.
"Quizá no tenga derecho a abandonarme a algo tan hermoso como el amor mientras a mi alrededor no hay más que destrucción".
Me encantaría poder hablaros largo y tendido sobre cada uno de los personajes, pero se haría demasiado larga la reseña y os aseguro que merece la pena ir conociéndoles poco a poco. Lo que sí puedo deciros es que todos los personajes me han gustado muchísimo y he empatizado con absolutamente todos, incluida la insoportable Bibi, que no me ha caído demasiado bien pero precisamente por ser diferente me ha gustado.
Con respecto al resto de personajes, lo cierto es que solo tengo palabras bonitas, especialmente hacia Joren, un chico especial que se ganó mi corazón desde la primera página por su inocencia, sensibilidad y ternura. Karan, la protagonista, ha demostrado ser una hermana ejemplar y ha demostrado tener una madurez increíble a pesar de su juventud. Es una chica entrometida y curiosa por naturaleza, pero también es valiente y de carácter fuerte, y difícilmente se achanta ante algún problema. Derek, por su parte, también supo ganarse mi corazón desde el principio, sobre todo por su bondad, paciencia y comprensión.
En general, me he encontrado con unos personajes muy maduros si tenemos en cuenta lo jóvenes que son y la situación que les ha tocado vivir, pero precisamente por eso sufren una más que notable evolución a lo largo de la novela y es prácticamente imposible no empatizar con ellos :')
La trama me ha sorprendido y gustado a partes iguales, y aunque no llevaba ningún tipo de idea preconcebida, sí que esperaba encontrarme una mayor carga histórica, que es lo que suelo hallar en las novelas ambientadas en la Segunda Guerra Mundial. Pero en «Un día de invierno» no ha sido así, pues la autora no entra demasiado en detalles históricos, sino que nos ofrece pequeñas pinceladas de lo que pudiera ocurrir por aquel entonces y lo cierto es que lo agradecí porque creo que esta historia merecía centrarse más en los personajes y la relación que nace entre ellos que en el propio contexto histórico.
"Precisamente porque el mundo está lleno de odio, nosotros debemos seguir amando".
A pesar de ser una historia sencilla, esta no deja de ser compleja. Lo sé, suena muy contradictorio xD A ver... a grandes rasgos la historia es bien sencilla, pues básicamente nos cuenta el día a día de nuestros chicos y de cómo Karan hace frente a los obstáculos que van apareciendo en su camino y que complican su vida y la de sus hermanos, pero en realidad la historia va un poco más allá introduciéndonos el amor como telón de fondo pero que en realidad tiene un gran e importante peso. Imaginaos a alguien pensando en el amor en plena Segunda Guerra Mundial. Inconcebible, ¿verdad? Pues a lo mejor no lo es tanto y todo tiene un porqué. Ahí lo dejo jiji
Como ya adelantaba antes, la trama me ha sorprendido, la he disfrutado mucho y me vi completamente sumergida en la historia ya desde las primeras páginas. Estamos ante una trama que se mueve entre lo sencillo y complejo, algo difícil de definir sobre todo por los temas que trata, y cargada de momentos agridulces, crueles, tristes, bonitos y especiales. Para mí, la trama está perfectamente definida, hilada y trabajada, y creo que los amantes del género disfrutarán mucho esta historia a pesar de la crudeza del contexto :)
La
pluma de la autora ya la conocí el año pasado, pero no deja de sorprenderme.
Sigue teniendo ese estilo tan sencillo, bonito, cercano y natural que descubrí en «13 horas en Viena» y esta vez se le une un estilo descriptivo que resulta muy necesario y ameno.
En ningún momento pensé que se excedía con las descripciones, sino más bien al contrario, pues cada descripción me ayudaba más a meterme en la historia y recrear cada escenario y paisaje que la autora describía.
Y a mí esto me encanta porque hace la novela más visual y atractiva, algo que no todos los autores logran conseguir ^-^ Uno de los motivos por los que me enganchó tanto la novela fue la extensión de sus capítulos, pues la gran mayoría no sobrepasa las cinco o seis páginas, y esta es otra de las cosas que tanto me gusta encontrar en los libros que leo
jiji Gracias en parte a la extensión de los capítulos, el ritmo de la novela se me hizo muy ágil y ameno, y en ningún momento me pareció una lectura pesada, lenta ni aburrida.
Es cierto que la autora no introduce grandes giros argumentales pero sí que contamos con grandes dosis de acción, suspense, drama y romance, mucho romance *-*
El final fue... buah... ¡Me encantó! Los últimos capítulos ya fueron muy intensos debido a la cantidad de cosas que pasan y al ritmo que adquiere la trama, pero es que el último capítulo y el epílogo no se quedan atrás :') Eso sí, reconozco que me hubiese gustado que el epílogo fuese más extenso para así hacerlo más especial o incluso adquiriese un mayor significado, pues solo ocupa una página y me supo a poco, pero bueno... Aun así, a mí me ha parecido un final cerrado muy bonito, acertado y emotivo, así que desde ya os animo a que le deis una oportunidad porque seguro que no os decepciona ^-^
/5
Y vosotros, ¿habéis leído esta novela? ¿Os gustaría leerla? Contadme :)
¡Nos leemos en la próxima entrada!