Reseña ~ La bibliotecaria de Auschwitz ~ Antonio G. Iturbe

Sobre el fango negro de Auschwitz que todo lo engulle, Fredy Hirsch ha levantado en secreto una escuela. En un lugar donde los libros están prohibidos, la joven Dita esconde bajo su vestido los frágiles volúmenes de la biblioteca pública más pequeña, recóndita y clandestina que haya existido nunca.
En medio del horror, Dita nos da una maravillosa lección de coraje: no se rinde y nunca pierde las ganas de vivir ni de leer porque, incluso en ese terrible campo de exterminio, «abrir un libro es como subirte a un tren que te lleva de vacaciones».
Una emocionante novela basada en hechos reales que rescata del olvido una de las más conmovedoras historias de heroísmo cultural.

OPINIÓN

¿Sabéis cuánto tiempo llevaba esta novela en mi estantería pillando polvo? Casi tres años. Sí, sí, como leéis. Cuando la conseguí me enamoró la sinopsis y no sé por qué he tardado tanto tiempo en leerla. Supongo que muchos de vosotros ya sabréis lo mucho que me gustan las novelas ambientadas en la Segunda Guerra Mundial, así que esta no iba a ser menos. En el momento en que empecé a leerla, hace ya dos semanas, me apetecía muchísimo leer novela histórica, así que elegí La bibliotecaria de Auschwitz al azar porque, además, me servía para reducir un poquito la montaña de pendientes. Y nada... otra novela que se viene a mis favoritas e imprescindibles :')

La novela se nos presenta narrada en tercera persona desde el punto de vista de Dita, nuestra joven protagonista, aunque en muchas ocasiones encontraremos el punto de vista de otros personajes. Dita, como bien indica la sinopsis, es una joven de 14 años que lleva casi dos años en el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau junto a sus padres y otros tantos hombres, mujeres y niños.

«En Auschwitz la vida humana vale menos que nada; tiene menos valor que ya ni siquiera se fusila a nadie porque una bala es más valiosa que un hombre. [...] La muerte se ha convertido en una industria que sólo es rentable si se trabaja al por mayor».

Sí, habéis leído bien. Este campo de concentración es un campo familiar, es decir, se permite la convivencia de no solo mujeres y hombres, sino también niños y ancianos. Obviamente, los nazis no dejan nada al azar y esta aparente unión tiene un claro propósito, pero no lo descubriremos al principio, sino que lo iremos descubriendo a medida que avanzan las páginas.

Con respecto a los personajes, cabe decir que tenemos a una gran cantidad de personajes, tanto principales como secundarios, y que yo misma me hice un completo lío nada más empezar la novela porque son demasiados nombres que recordar y diferenciar. Pero no os preocupéis, que a medida que nos vamos sumergiendo en la historia nos iremos quedando con la mayoría de los nombres y no tardaremos mucho en diferenciarlos a todos :')

Para mí, el personaje principal es Dita (la joven que da título a la novela por ser bibliotecaria en Auschwitz) pero anteriormente os comentaba que no sólo encontraremos capítulos narrados desde su punto de vista, sino que también encontraremos muchos otros capítulos narrados por otros personajes que yo considero como secundarios. Entre estos destacaría a Fredy Hirsch (un joven judío que dirige el barracón 31, que es lo que Dita y otros niños y adultos consideran su escuela clandestina), Hans y Liesl (los padres de Dita), Mengele (el sádico doctor alemán del campo de Auschwitz), Margit y René (amigas de Dita) y Rudi Rosenberg (es el registrador del campo, es decir, el encargado de hacer los listados de los nuevos ingresos).

Pero claro... hay otros muchos personajes que también podría considerarlos como secundarios porque tienen bastante peso en la historia y aportan mucho a la trama, como Viktor Pestek ( miembro de las SS), Ota Keller y Morgenstern (profesores del barracón 31) o Alice Munk. En fin... que, como veis, hay una gran cantidad de personajes, pero os aseguro que todos y cada uno de ellos son importantes dentro de la novela y a pesar de que pueda parecer un completo lío al principio (que lo es xD), más adelante lograremos distinguir a la gran mayoría, así que en realidad no tiene mucha pérdida ni mayor preocupación.

Nombres y líos aparte, debo reconocer que los personajes están muy bien trabajados. Es impresionante la labor que ha realizado el autor con todos y cada uno de los personajes porque ha sido imposible no empatizar con ellos desde el principio. Cada uno de ellos ha despertado en mí un torrente de emociones y sentimientos (amor, odio, ternura, empatía, desdén, sorpresa, asco, miedo...); todos me han transmitido algo en algún punto de la historia y eso ha sido realmente demoledor si tenemos en cuenta la época en la que está ambientada la novela. He encontrado a unos personajes tan complejos, reales, valientes y fuertes pese a las circunstancias en las que les ha tocado vivir que os aseguro que en muchas ocasiones he tenido que aparcar la lectura un momento para asimilar lo que me estaban contando para, minutos después, poder continuar.

«La primera lección que cualquier veterano da a un recién llegado es que uno siempre debe tener claro su objetivo: sobrevivir. Sobrevivir unas horas más, y así acumular un día más, que sumado a otros podrá convertirse en una semana más. Y así sucesivamente: nunca hacer grandes planes, nunca tener grandes objetivos, sólo sobrevivir a cada momento. Vivir es un verbo que sólo se conjuga en presente». 

Es admirable la entereza que demuestran muchos de los personajes a pesar de las circunstancias en las que les ha tocado vivir. En muchas ocasiones veremos cómo muchos de ellos buscan la forma de aprender, de estudiar (o de hacer que aprendan o estudien, en el caso de los adultos) porque mantienen la esperanza de tener un porvenir cuando termine la guerra; también veremos a muchos padres capaces de estar durante días trabajando sin parar y sin comer con tal de que sus hijos puedan llevarse a la boca un mendrugo de pan duro (eso contando con que tengan suerte y puedan comer...). De verdad... ha sido demoledor leer infinidad de episodios como esos y peores que esos pero os aseguro que he aprendido infinidad de cosas de esa época y me ha hecho reflexionar mucho.

«El trabajo os hará libres»

Y aunque me hubiese gustado conocer más a algunos personajes que pasan algo más desapercibidos que otros, os aseguro que contamos con la suficiente información como para imaginárnoslos a la perfección y empatizar con ellos :')

La trama, que era lo que más ganas tenía de descubrir, me ha conmovido en muchísimas ocasiones pero me ha gustado muchísimo (aunque suene mal por la época tan mala en la que nos adentramos). Reconozco que los primeros capítulos se me hicieron bastante densos y pesados porque el autor suele alternar momentos del presente con flashbacks y episodios del pasado y esto, unido a la cantidad de personajes que están presentes, hizo que me costara la misma vida adentrarme en la historia. Pero una vez pasados los primeros capítulos es muy fácil engancharse a la lectura y sumergirnos por completo en la historia. Y os aseguro que a partir de ese momento la lectura fluye por sí sola.

Supongo que no hace falta que os cuente, a estas alturas, de qué va la novela, pero aún así me gustaría haceros un breve resumen para que os hagáis una idea de lo que encontraréis si decidís darle una oportunidad. La trama principal, en teoría, es la que nos expone la propia sinopsis: dentro del campo de Auschwitz existe una pequeña biblioteca clandestina que ha levantado Fredy Hirsch y de la que Dita se encarga de custodiar en secreto (teniendo en cuenta que, en esa época, los libros estaban completamente prohibidos por los nazis y que era sumamente peligroso poseer un libro, mucho más si es de forma clandestina, imaginad las consecuencias que podrían acarrear si los alemanes descubriesen esa escuela y esos libros).

«No importa cuántos colegios cierren los nazis, les contestaba. Cada vez que alguien se detenga en una esquina a contar algo y unos niños se sienten a su alrededor a escuchar, allí se habrá fundado una escuela».

Pero dentro de la trama principal tenemos un sinfín de subtramas que, a mi parecer y aunque al principio pueda parecer que causan el efecto contrario, hacen que la novela sea mucho más ágil, amena y entretenida de lo que ya es. Y es aquí donde entran en juego todos esos personajes secundarios de los que antes os he hablado y donde entra lo que os comentaba antes de que encontraremos muchos capítulos narrados bajo el punto de vista de otros personajes distintos a Dita.

En conclusión... tanto la trama principal como las distintas subtramas están muy bien definidas y trabajadas y se nota la gran labor de documentación que ha llevado a cabo el autor. La propia historia nos deja entrever la gran cantidad de crímenes totalmente injustificados que se llevaron a cabo durante la Segunda Guerra Mundial y, además, tenemos un importante fondo documental del que podremos sacar una gran cantidad de información sobre este periodo.

Y como no podía ser de otra manera, la pluma del autor me ha gustado muchísimo. Logra reflejar ese toque cruel y despiadado que tanto se estilaba en esa época y en muchas ocasiones nos sorprende contándonos sucesos de una forma bastante horrible pero real y, a pesar de eso, me ha gustado que sea tan directo y sin florituras, pues es este tipo de narración el que suelo buscar (y encontrar) en este tipo de historias. Aparte de esto, su estilo es maduro, directo, descriptivo y cargado de historias y sentimientos.

Algo que me ha sorprendido de su estilo es que apenas recurre al diálogo. Soy de las que piensa que una novela en la que hay bastantes diálogos será más amena y ágil de leer que una en la que hay más narración que diálogos y puede que sea este el motivo por el que me costó más trabajo de lo normal adaptarme a su estilo y a sus continuos cambios entre presente y pasado. Y a pesar de que al principio no me gustaba que la novela tuviese tan pocos diálogos, os aseguro que a medida que avanzaba la novela me fui dando cuenta de que tampoco eran muy necesarios y que en realidad el ritmo era bastante ágil aunque los capítulos sean más bien largos.

Y llegó el final, que arrasó como un torrente, sin piedad. No quisiera haceros spoiler acerca de si es triste o no, duro o no, más que nada porque es triste según como lo veamos y todos sabemos cómo suelen acabar este tipo de novelas, pero sí me gustaría deciros que me gustó y me emocionó muchísimo. Sin duda alguna, los capítulos más emotivos para mí fueron los dos últimos, que serían algo así como el desenlace de todo lo vivido hasta el momento.

Además, la novela cuenta con un epílogo y dos partes más tituladas «Parte final» y «Anexo». En la primera de ellas, el autor nos cuenta que la novela está basada en hechos reales y nos habla de los verdaderos protagonistas de la historia, así como del largo proceso que llevó a cabo para lograr el resultado final (los viajes que realizó, entrevistas a personas que se convirtieron en personajes reales de su novela, bibliografía y otros datos) y en la segunda parte nos cuenta cómo acabaron, en la vida real, los personajes más relevantes tras el final.

Y ya, para terminar, sólo me queda recomendaros esta novela. Os animo a que le deis una oportunidad si os gusta la novela histórica o, más concretamente, esta época en general; y más aún si os gustan las novelas basadas en hechos reales, porque esta os conmoverá y os robará un trocito del corazón, pero os aseguro que merecerá la pena :')

PUNTUACIÓN

/5

Y vosotros, ¿habéis leído esta novela? ¿Os gustaría leerla? Contadme :)

¡Nos leemos en la próxima entrada!

¡Un saludo!