Reseña | Orgullo y prejuicio ~ Jane Austen

La gran casa de Netherfield Park, en el condado inglés de Hertfordshire, tiene a un nuevo inquilino: el señor Bingley, un joven atractivo, rico y... soltero. La señora Bennet está encantada, pues su deseo más ferviente es encontrar un buen partido para sus cinco hijas. Pero a Elizabeth, la más rebelde de las hermanas Bennet, quien de verdad le interesa es el señor Darcy, el mejor amigo de Bingley, un joven arrogante y misterioso.

¡Por fin he leído Orgullo y prejuicio! *-* Llevaba mucho tiempo queriendo leer este clásico, el más conocido por todos bajo mi punto de vista, pero siempre posponía su lectura y buscaba mil y una excusas para leer otra novela en su lugar, hasta que encontré la excusa perfecta: organizar una lectura conjunta y leerla con más gente. Era la ocasión perfecta para leer esta novela antes de que terminase el año, así que dicho y hecho. Reconozco que va a ser complicado escribir esta reseña porque seguramente me deje muchas cosas en el tintero o no sepa expresarme bien —y es por eso mismo por lo que he tardado tanto en publicar esta entrada— así que mejor empecemos por el principio y vayamos despacio y con buena letra :')

La novela se nos presenta narrada en tercera persona y aunque la mayor parte de la acción narrativa recae sobre Elizabeth Bennet, se podría decir que estamos ante un narrador omnisciente que conoce absolutamente todo y sabe muy bien lo que piensan y sienten todos y cada uno de los personajes. En mi anterior reseña comentaba que este tipo de narrador me gusta bastante, sobre todo por la visión tan amplia y generalizada que tenemos de la historia a cada momento.

Como bien indica la sinopsis, y como ya todos sabréis, la historia arranca con la noticia que recibe la familia Bennet de que un joven rico procedente del norte de Inglaterra ha alquilado la gran casa de Netherfield Park. Todos ven con muy buenos ojos la inminente llegada del señor Bingley —que además está soltero—, especialmente la señora Bennet, pues en ella ve una muy buena oportunidad para casar a alguna de sus cinco hijas.

Y el baile inaugural servirá de carta de presentación para conocer a la gran mayoría de los personajes que intervienen en la novela. Son muy numerosos, pero yo voy a quedarme con los más relevantes: el señor y la señora Bennet, sus cinco hijas (Elizabeth, Jane, Mary, Catherine y Lydia), el señor Bingley y su hermana, el señor Darcy, el señor Wickham (un soldado muy amable y apuesto), el señor Collins (pariente de la familia Bennet), Charlotte Lucas (amiga de Elizabeth), el coronel Fitzwilliam, lady Catherine (tía del señor Darcy) y el señor y la señora Gardiner (tíos de Elizabeth y sus hermanas).

Seguramente me habré dejado atrás muchos nombres pero estos fueron, para mí, los que más presencia y relevancia tuvieron y los que a día de hoy aún recuerdo. Y a pesar de tener a tantos personajes sobre la mesa y de que al principio me costó mucho quedarme con sus nombres e incluso diferenciarles, reconozco que he podido llegar a conocerles bastante bien (a unos mejor que a otros, obviamente) y destacaría, sobre todo, la gran labor que realizó la autora dotando a cada uno de ellos de su propia personalidad.

Ha sido muy fácil empatizar con la gran mayoría e incluso he podido a amar a unos y odiar a otros. Entre mis personajes favoritos estarían el señor Darcy (que a pesar de ser un hombre muy serio, orgulloso e incluso borde en ocasiones, a mí me enamoró completamente desde su primera aparición), Elizabeth Bennet (que me cautivó sobre todo por su forma de ser, tan decidida y segura de sí misma), el señor Bennet y el señor Bingley (que ambos me parecieron generosos y adorables). Y los personajes que peor me cayeron fueron Lydia Bennet —una de las hermanas Bennet— (que me pareció muy desconsiderada y pedante), Lady Catherine —la tía del señor Darcy— (que fue quien peor me cayó de entre todos los personajes, ¡qué mujer tan odiosa!) y la señora Bennet (que la mayor parte del tiempo me cayó muy mal porque me parecía muy melodramática y muy obsesionada con las apariencias y el qué dirán, aunque empecé a cambiar de opinión ya en los últimos capítulos).

"Se sentía humillada, desconsolada; sentía arrepentimiento, pero no sabía por qué. Ahora que no podía esperar que la quisiera, no quería que dejara de amarla. Ahora que era casi imposible saber algo de él, ansiaba tener noticias suyas. Ahora que era improbable que volvieran a verse, sabía con certeza que habría sido feliz con él".

Con respecto a la trama, lo cierto es que diría que es más bien sencilla y al menos a mí me ha parecido bastante corriente o rutinaria porque, al fin y al cabo, la autora nos cuenta las idas y venidas de los distintos personajes, pero sí es cierto que encierra muchos entresijos y hay muchas subtramas que acompañan a la trama principal en todo momento. Aun así, yo llegué a aburrirme en más ocasiones de las que me hubiese gustado porque sentía que siempre pasaba lo mismo y la autora daba muchas vueltas casi siempre a los mismos temas.

Por suerte, esta situación no se repitió con mucha frecuencia porque Austen supo muy bien tirar de los hilos y creó una trama llena de secretos, mentiras, traiciones, amor, sentimientos, prejuicios... en definitiva, una trama llena de idas y venidas que combina elementos que la hacen disfrutable dentro de su sencillez.

Y algo que me gustaría destacar de esta novela sería su ambientación. Siempre me han gustado las novelas históricas precisamente por su ambientación, pero últimamente me he aficionado bastante a las historias que transcurren varios siglos atrás; concretamente, Orgullo y prejuicio nos transporta hasta la Inglaterra del siglo XIX, por lo que he podido empaparme de la cultura y costumbres de esa época y he aprendido mucho de ella, tanto si estaba de acuerdo como si no, así que en este aspecto la novela me ha fascinado a pesar de lo que comentaba antes de la trama.

En la novela se tocan temas tan variados como pueden ser la política, la sociedad y las distintas clases sociales, la filosofía, el dinero, el estatus de las mujeres solteras y su porvenir, la vida doméstica, el romanticismo... Así que sí, estamos ante una novela muy bien trabajada y contextualizada en lo que a ambientación se refiere y esto también se puede aplicar a los demás aspectos.

La pluma de la autora me sorprendió y para bien. Al tratarse de un clásico, pensaba que me iba a costar más trabajo adaptarme al lenguaje propio de la época, pero para nada fue así. No sé si mi edición será una adaptación del estilo original o qué pero el caso es que apenas me costó adaptarme al estilo de Austen. 

Es cierto que en ocasiones se iba mucho por las ramas o se paraba a narrar hechos o describir escenas que aportaban más bien poco a la trama principal, pero en general diría que tiene un estilo delicado y algo alejado de lo sencillo pero sin llegar a ser muy enrevesado. No es difícil hacerse a él y se entiende a la perfección aunque al principio cueste un poco adaptarse.

Y esta novela no se caracteriza precisamente por tener grandes dosis de acción (aunque tampoco las necesita), por lo que el ritmo de la novela es más bien pausado y apenas hay giros argumentales, pero a pesar de ello a mí no se me hizo pesada en ningún momento, en parte gracias a que los capítulos eran cortos en su mayoría.

Y ya, para terminar, me gustaría comentaros un poco el final. A mí me encantó y me pareció muy adecuado y bonito; creo que cada uno de los personajes tiene su justo final y lo cierto es que las últimas cien páginas fueron las que más me engancharon y las que más disfruté. Terminé de leer la novela con una mezcla de sentimientos que aún no he podido ordenar porque hubo partes que disfruté mucho y partes que me aburrieron demasiado, pero en general diría que me ha gustado bastante y creo que pronto me animaré a leer otro título de Austen porque este me ha dejado con buen sabor de boca ^-^

/5

Y vosotros, ¿habéis leído esta novela? ¿Os gustaría leerla? Contadme :)

¡Nos leemos en la próxima entrada!

¡Un saludo!