El detective de la policía de Chicago Sam Porter investiga el caso de un hombre atropellado, pues los indicios en la escena del crimen apuntan a que se trata de El Cuarto Mono, un asesino en serie que ha estado aterrorizando la ciudad. Su modus operandi consistía en enviar tres cajas blancas a los padres de las víctimas que secuestra y mata: una primera con una oreja, una segunda con los dos ojos, y otra con la lengua; y finalmente dejar abandonado el cuerpo sin vida en algún lugar.El hombre atropellado llevaba una de esas cajas blancas. Se inicia así una frenética carrera contrarreloj para averiguar dónde se encuentra encerrada la próxima víctima.
Hoy vengo con la reseña de este trepidante thriller que leímos el mes pasado en nuestro club de lectura, «Mil libros sin rumbo». Se trata de la primera parte de una trilogía que he disfrutado muchísimo y que recomiendo a todos los amantes del género 😇
La novela se nos presenta narrada en tercera persona desde el punto de vista de varios personajes y también tenemos, de forma intercalada, capítulos narrados a modo de diario y en primera persona por el Cuarto Mono, el asesino en serie, donde nos cuenta, por orden cronológico, su vida, por lo que conoceremos muy de cerca su entorno familiar, su infancia, sus emociones, sentimientos e impresiones.
Sin duda alguna, se trata de algo planificado, aunque el Cuarto Mono nunca deja pistas y juega con la policía... ¿Qué ha cambiado ahora? ¿Se trata de un imitador o acaso ha muerto el verdadero asesino? Pues todo esto lo iremos descubriendo con cuentagotas a medida que avanza la novela 😌
Los personajes secundarios que intervienen en la novela no son muy numerosos y aun así, todos ellos son cruciales, juegan un papel importante y de una forma u otra están conectados con el caso. Entre los más relevantes, destacaría a Nash, Clair (compañeros de Sam Porter) y Watson (otro compañero de Porter, de los novatos), Talbot (conocido empresario multimillonario), Emory (hija secreta de éste) y la familia del Cuarto Mono (a quienes descubrimos en los capítulos narrados a modo de diario).
Para empezar, destacaría lo bien trabajados y pulidos que están los personajes. Ha sido difícil empatizar con la mayoría por su personalidad o forma de ser, o incluso por sus actos, pero lo cierto es que me ha gustado mucho conocerles en profundidad, descubrir sus pasados, sus luces y sombras... todo. En casi todos los thrillers que he leído he encontrado personajes fríos y calculadores, capaces de arriesgar todo por resolver el caso que tienen entre manos, y sí, esto también se da en «El Cuarto Mono».
La trama, por su parte, viene cargada de intriga, suspense y acción desde las primeras páginas, y aunque apenas pude hacerme teorías porque no tenía ni idea de por dónde iban los tiros o hacia quién (o quiénes) apuntaban las pesquisas, reconozco que me ha gustado mucho esa incertidumbre que gira en torno al caso de principio a fin. Y descubrir el significado del título de la novela. Muy importante y relevante, de hecho.
"Nadie sale del cascarón matando como él lo hace. Se van haciendo, con el tiempo desarrollan sus métodos y técnicas".
Si a todo esto le añadimos los giros argumentales que de vez en cuando me sorprendían con datos reveladores o descubrimiento de identidades, ¡imaginaos lo mucho que me llegó a enganchar! Y mejor no os hablo de ese giro argumental inesperado y sorprendente que el autor suelta llegando casi al final, un giro de esos que marcan un antes y un después... 😁 Además, la trama principal viene acompañada de varias subtramas que poco a poco se van conectando unas con otras, y ese es uno de los aspectos que más me gustan de los thrillers, aunque no puedo obviar lo bien documentada que está la novela, aportando información precisa y detallada de procedimientos forenses y policiales, tecnicismos incluidos, aunque nada difíciles de comprender.
En general, la trama está muy bien trabajada, pulida e hilada y para nada es una novela introductoria a pesar de ser un inicio de trilogía. Es cierto que los primeros capítulos no me dijeron gran cosa, pero a medida que evolucionaba la trama y se empezaban a descubrir detalles relacionados (o no) con el caso, fue enganchándome más y más. La narración desde distintos puntos de vista es siempre un plus para mí, y ya ni hablemos de los fragmentos de diario, que han sido mis capítulos favoritos sin duda alguna.
La novela se encuentra dividida en noventa y dos capítulos muy breves divididos en horas que se corresponden con la evolución del caso, de la investigación. Esto mismo hizo que el ritmo de lectura fuese muy ameno, entretenido y ágil, y exceptuando los primeros capítulos, que no veía una evolución muy clara, lo cierto es que en ningún momento me aburrió. Además, en la novela hay bastante diálogo, así que se pasan volando las casi seiscientas páginas que tiene, aunque ya sabéis que yo me entretengo más y tardo más tiempo en leer 😋
Y ya, para terminar, comentaros que el final me gustó muchísimo y es abierto, como no podía ser de otra manera. El epílogo fue sorprendente y el final impresionante. De no ser porque tengo otras lecturas pendientes, hubiese empezado ya la segunda parte, que me quedó una gran duda al terminar esta primera entrega y estoy segura de que resolverán esta y otras muchas en «La quinta víctima». Espero que, como yo, os animéis a leer este thriller y lo disfrutéis tanto como yo. No os decepcionará, ¡estoy segura! 😇
4/5
Y vosotros, ¿habéis leído esta novela? ¿Os gustaría leerla? Contadme :)
¡Nos leemos en la próxima entrada!
