Reseña | El único e incomparable Iván ~ Katherine Applegate

Iván es un poderoso pero tranquilo gorila que vive en el centro comercial Gran Circo. Allí se ha acostumbrado a los humanos que lo observan a través de las paredes de cristal de su jaula, y rara vez echa de menos su vida en la selva. De hecho, casi nunca piensa en ello. Iván prefiere ver la televisión y charlar con sus amigos Stella, una anciana elefanta, y Bob, un perro callejero.
Lo que más le gusta a Iván es pintar, captar en sus cuadros el sabor de un mango o el sonido de las hojas de los árboles. Pero el día que llega Ruby, una elefantita bebé que fue separada de su familia, todo cambia, e Iván comienza a ver su hogar y sus cuadros de una forma distinta. 

Hoy vengo a hablaros de la que fue mi última lectura de 2019 qué lejano suena jiji, que llevaba en mi lista de pendientes unos cuatro años, ¡nada más y nada menos! El caso es que no sabía qué leer los últimos días del año porque ya había terminado mi actual lectura y no quería estar varios días sin leer nada, así que preferí elegir una lectura cortita y «El único e incomparable Iván» resultó ser la candidata ideal. Salta a la vista que estamos ante una historia tierna, es cierto, pero encierra un trasfondo triste y desolador que me hizo reflexionar sobre lo mucho que dejamos de desear como seres humanos. ¿Qué se puede esperar de una historia sobre animales privados de libertad y seres humanos de por medio? Pues eso... Aunque debo decir que me gustó muchísimo la novela, todo hay que decirlo :')

La novela se nos presenta narrada en primera persona desde el punto de vista de Iván, un gorila de espalda plateada que lleva 27 años viviendo atrapado en un centro comercial, junto a la autopista. En este centro ofrecen espectáculos de circo tres veces al día, todos los días del año. Sus únicos amigos son Stella, una anciana elefanta, y Bob, un perro callejero que aunque no vive allí, le gusta pasar sus horas junto a sus amigos. A Iván le encanta pintar; nunca ha tenido contacto con ningún otro animal de su especie y no recuerda haber pisado jamás la selva, lugar que solo ha podido ver a través de la pequeña televisión que de vez en cuando se acuerdan de encender para que se entretenga. Un panorama desolador, aunque el de Stella y el resto de animales que allí viven no es que sea mucho mejor :(

Un día anuncian la llegada de una nueva inquilina al centro, Ruby, una bebé elefante, y todo se transforma en expectación y alegría porque al fin no estarán solos Iván y Stella, pero al mismo tiempo les entristece que un nuevo animal vaya a pasar sus días rodeado de soledad, además de aburrimiento e incluso algo peor, pues recordemos que en este centro entrenan a algunos animales para los espectáculos de circo, algo lamentable.

«Los humanos derrochan palabras. Las lanzan como cáscaras de plátano y las dejan ahí para que se pudran. Cualquiera sabe que la mejor parte de un plátano es la piel».

Los personajes secundarios que intervienen en la novela son muy, muy escasos. Como personajes humanos tenemos a Mack (el dueño del centro comercial), a George (trabaja en el centro) y a su hija Julia, y como personajes no humanos tendríamos a los cuatro animales ya mencionados (el gorila, el perro y las dos elefantas). No os podéis hacer una idea de lo mucho que he llegado a empatizar con los animales y lo mucho que he llegado a odiar al dueño del centro comercial, de verdad os lo digo. Me han parecido tan adorables e inocentes los animales y he sentido tantísima pena por ellos que es indescriptible. Pero la autora ha hecho un muy buen trabajo para con ellos y no puedo estar más satisfecha.

La trama, por su parte, combina a la perfección el ingenio y humor de la inocencia de los animales con la tristeza de la historia en sí, del contexto. 

Esta es una historia de ficción, sí, pero se puede trasladar perfectamente a la realidad porque muchos sabemos que aún sigue habiendo circos con animales, zoológicos y demás lugares donde mantienen a los animales cautivos y privados de libertad, alejados de su hábitat natural y de su especie, y lo peor de todo ha sido y es sentir cómo los seres humanos se aprovechan de su inocencia e incluso sacan rentabilidad económica gracias a ellos. Yo siempre he estado y estaré en contra de los circos con animales y de los zoológicos, ya puestos y no me entra en la cabeza que haya personas que paguen por ir a ver animales haciendo trucos y demás memeces cuando lo único que hacen los pobrecitos es el ridículo y la gente se ríe de ellos. ¿De verdad no son capaces de ver su sufrimiento? ¿De verdad piensan que los animales nacen sabiendo hacer esas tonterías y que entra en su naturaleza? En fin... mejor no comento nada más del tema porque me voy a desviar mucho de la novela y no es plan, pero deberíamos tener una mayor conciencia al respecto y pensar que los animales no son objetos ni mercancía, sino seres vivos que sienten igual que nosotros y merecen vivir en paz :')

«—No quiero ir a un zoológico —dice Ruby—. Quiero quedarme contigo, con Bob y Julia. Este es mi hogar. // —No, Ruby —la corrijo—. Esta es tu prisión».

Por ende, sobra decir que la historia invita a reflexionar sobre este polémico tema, contado siempre desde un punto de vista infantil e inocente, lo cual la hace más triste y conmovedora aún si cabe porque los animales no saben qué ocurre, no saben por qué les obligan a hacer cosas que no pueden o no quieren hacer. Estaría bien que esta historia llegase a niños y adolescentes porque creo que a esas edades se absorben mejor este tipo de reflexiones, aunque en realidad la historia es perfecta y apta para cualquier edad. No se caracteriza por tener grandes dosis de acción o incluso giros argumentales, pero tampoco es una historia que los necesite, así poco más que añadir en este aspecto.

La pluma de la autora ya la conocía. Hace un par de años leí otra de sus novelas, «Crenshaw. El gato invisible» (historia tan conmovedora y lacrimógena como esta, pero cien por cien recomendada), y recuerdo que me gustó bastante, así que esta vez no ha sido para menos. Katherine Applegate escribe de una forma muy juvenil, sencilla y cercana, sin apenas descripciones y yendo al grano, lo cual agradecí bastante si os soy sincera.

Hay bastante diálogo y los capítulos son sumamente cortos, la tipografía es bastante grande y aunque reconozco que me puso muy nerviosa que los párrafos estuviesen alineados a la izquierda en lugar de justificados, al menos estos eran breves y concisos. Un plus añadido que da a la novela un toque de ternura son las ilustraciones que podemos encontrar mientras leemos, ilustraciones en blanco y negro y sencillas, pero muy representativas y adorables. Por todo esto y más, el ritmo de lectura es muy, muy ágil y es una novela perfecta para leer en un par de tardes a lo sumo ^-^

Y ya, para terminar, deciros que el final me pareció muy emotivo y esperanzador, aunque no deja de tener ese toque agridulce que caracteriza este tipo de historias por su desarrollo y antecedentes. Al final de la novela encontramos una nota de la autora donde nos cuenta que la historia de Iván está basada en hechos reales y que existió de verdad. ¿Y qué hice yo? Investigar, por supuesto, que ya sabéis que a mí me encantan las historias basadas en hechos reales. Y lo mejor de todo es que descubrí que este mismo año se estrena la adaptación cinematográfica de esta historia, dirigida por Angelina Jolie, aunque no sé hasta qué punto es cierto porque lleva años comentándose la noticia. He encontrado estos dos artículos que igual os interesan: este y este otro. Y no puedo terminar la reseña sin recomendaros encarecidamente su lectura porque estoy segura de que os hará reflexionar tanto como a mí y puede aportaros muchas y muy buenas cosas; es una historia muy necesaria, aunque a simple vista no lo parezca :)

/5

Y vosotros, ¿habéis leído esta novela? ¿Os gustaría leerla? Contadme :)

¡Nos leemos en la próxima entrada!