He decidido omitir la sinopsis para no spoilear a quienes estéis interesados en leer la novela y aún no hayáis leído la primera parte. Si queréis leer la sinopsis, pinchad aquí y os llevará a la ficha de la web de la editorial, donde también podréis leer las primeras páginas de la novela.
Qué ganas tenía de leer la continuación de «Chicas de papel y de fuego», que se publicó el pasado mes de septiembre y me sorprendió y gustó muchísimo *-* Esta segunda parte llegaba a las librerías a principios de este mes y teniendo en cuenta cómo terminaba la primera parte, podría decir que mis expectativas eran altas y aun así la he disfrutado mucho.
La novela se nos presenta narrada en primera persona desde el punto de vista de Lei, nuestra protagonista, aunque de vez en cuando encontraremos capítulos narrados en tercera persona por algunos personajes secundarios de la primera entrega y que nos ofrecen una perspectiva diferente de todo lo que acontece, partiendo la historia desde el final de «Chicas de papel y de fuego», pero con un par de semanas de diferencia, y ofreciéndonos un breve resumen de lo que ocurrió hasta llegar a la situación actual.
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Los personajes secundarios son numerosos, pero cada uno tiene su rol establecido y poco a poco se va sabiendo quiénes son relevantes y quiénes no tanto, así que en realidad no tuve ningún problema. Además, todos ellos están muy bien pulidos y trabajados y es fácil empatizar con la gran mayoría (con los buenos, quiero decir. A los malos ni agua xD). En ese aspecto, me gustaría destacar a Wren, que sería algo así como la coprotagonista, al emperador Ketai Hanno (padre de Wren), a los hermanos Nitta y Bo, a Hiro, Shifu Caen, Kenzo y Merrin (grupo de demonios y hechiceros, aliados de Wren y Lei) y a la general Lova. He dejado atrás muchos nombres, pero tampoco quería saturaros y aun así, estos han sido para mí los personajes que más presencia tienen :)
He visto una más que notable evolución en Lei, la protagonista, y me ha encantado ver lo mucho que madura y aprende por todo lo que le sucede a lo largo de la novela. He empatizado con ella en todo momento y con el resto de personajes he tenido mis más y mis menos; con unos empaticé más que con otros y hubo un par de personajes que en ningún momento llegaron a caerme bien, como fue el caso del padre de Wren, y mis favoritos han sido los hermanos Nitta y Bo, y Merrin.
«Hace poco, era una chica de papel y fuego. Y de ningún modo permitiré que un poco de nieve extinga esas llamas».
La trama cuenta con grandes dosis de acción e intriga desde las primeras páginas, aunque también encontraremos romance, traiciones, venganzas, secretos... Vamos, que no le falta de nada. Y ya que hablamos de romance, me gustaría destacar esta parte porque aun sin ser esencial ni mayoritaria, sino que se mantiene en un segundo plano, logra captar la atención y al menos a mí me gustó mucho por la ternura que desprende y lo realista que llega a ser, con sus altibajos emocionales y la naturalidad con que la autora lo maneja.
«—Pero ¿es posible reparar las cosas? A veces, todo permanece cambiado para siempre por lo que ha ocurrido. Uno puede intentar arreglar las cosas. Reconstruir. Reaprender. Curarse. Pero hay ciertas heridas que no sanan. Sin importar cuánto quiera uno que lo hagan».
Estamos ante una trama inclusiva con personajes pertenecientes al colectivo LGBT y justamente este fue uno de los motivos por los que quería leer estas novelas. E independientemente de esto, reconozco que aunque la trama está muy bien pulida y trabajada y en líneas generales me resultó impredecible y con un buen equilibrio entre sorpresas y giros, lo cierto es que más bien me ha parecido una novela de transición, es decir, que sirve de puente entre la primera parte —que para nada me pareció introductoria— y la tercera —donde tendrá lugar el meollo del asunto: la tan esperada guerra—. De esto me di cuenta conforme iba viendo el desarrollo de los acontecimientos y después supe que había una tercera parte, por lo que se trata de una trilogía y no bilogía, como yo pensaba. Y por eso mismo la novela no se lleva la puntuación máxima, porque, de hecho, he disfrutado un montón la historia y me ha regalado muchos momentos de tensión, de intriga, de acción, de magia, de romance... ^-^
La pluma de la autora sigue en su línea y me sigue cautivando. Sigue conservando ese estilo tan peculiar y, a su vez, cercano, descriptivo y directo. Al igual que me ocurrió con la primera entrega, las descripciones que la autora proporciona ayudan, y mucho, a visualizar cada escenario y cada rincón, por lo que la novela se me hizo muy visual y completa en ese aspecto. Y con respecto a los demás elementos, me siguen gustando demasiado esos toques mitológicos, feudales y asiáticos de la ambientación.
Natasha Ngan sabe mantener muy bien la tensión y la intriga y sabe manejar muy bien los tiempos, así que aunque la novela presenta altibajos en lo que a acción se refiere, el ritmo de lectura es bastante ágil y ameno y los capítulos son cortos en su mayoría.
Y ya, para terminar, deciros que el final me impresionó y gustó muchísimo. ¡¿Cómo puede dejarnos así la autora, con lo interesante que se ha quedado la trama y con lo que está por venir?! El final es abierto, como no podía ser de otra manera, e inesperado y sorprendente, al menos en mi opinión, así que solo queda rezar para que pronto tengamos noticias en España de la tercera parte (que según tengo entendido, se publica este mismo año en inglés) y podamos saber pronto cómo continúa y termina todo :')
~ Gracias a Ediciones Urano por el envío del ejemplar ~
Y vosotros, ¿habéis leído esta novela? ¿Os gustaría leerla? Contadme :)
¡Nos leemos en la próxima entrada!