Reseña | El instituto ~ Stephen King

En mitad de la noche en un barrio tranquilo de Minneapolis raptan a Luke Ellis, de doce años, tras haber asesinado a sus padres. Una operación que dura menos de dos minutos. Luke se despierta en la siniestra institución conocida como el Instituto, en un cuarto que se asemeja al suyo pero sin ventanas. En habitaciones parecidas hay más niños: Kalisha, Nick, George, Iris y Avery Dixon, entre otros, que comparten capacidades especiales como la telequinesia o la telepatía. Todos ellos se alojan en la Mitad Delantera de la institución. Los mayores, en cambio, se encuentran en la Mitad Trasera. Como dice Kalisha: «El que entra no sale».

La señora Sigsby, la directora, y el resto del personal se dedican a aprovecharse sin compasión del talento paranormal de los chicos. Si te portas bien te premian. Si no, el castigo es brutal. Luke se da cuenta de que las víctimas van desapareciendo y son trasladadas a la Mitad Trasera, así que se obsesiona con huir y pedir ayuda. Pero nunca nadie ha escapado del Instituto...

 

Al fin me animo a hablaros de esta novela en el blog, que ya casi hace un mes que la leí y se me están empezando a acumular las reseñas por pereza 😂 Leí «El instituto» con Angy, para su club de lectura de Stephen King, y es que yo soy muy selectiva con las novelas del autor, pero esta, en concreto, me apetecía mucho leerla porque parecía aportar un toque más fresco y juvenil que lo que suele escribir. ¿Me ha gustado? Sí, diría que sí, PERO se me ha hecho un poco cuesta arriba en ciertas partes. Si siempre que leo una novela de King digo lo mismo: demasiadas páginas para lo que quiere contar. 

Dicho esto, la novela se nos presenta narrada en tercera persona desde el punto de vista de varios personajes, aunque al principio es Tim, el nuevo sereno de DuPray, un pueblo con muy pocos habitantes, y más adelante pasa a serlo Luke, un niño de doce años que ha sido raptado para llevarlo hasta el Instituto, una institución secreta para niños como él, niños prodigio con capacidades psíquicas (o paranormales) especiales, aunque más bien se centran en la telequinesis y telepatía. Los trabajadores del centro están tan sumamente centrados en exprimir y mejorar estas capacidades de los chicos (por un motivo que se descubre casi al final de la novela) que no les tiembla el pulso a la hora de impartir castigos severos y crueles a quienes se porten mal. Y hasta aquí puedo leer, que si no os spoileo.                                                                                    Los personajes secundarios son bastante numerosos, tal y como King nos tiene acostumbrados. Es cierto que de buenas a primeras llegan a aparecer tantos nombres que cuesta bastante hacerse a ellos, pero a medida que avanza la novela se convierte en una tarea sencilla y se puede llegar a diferenciar a todos y cada uno de ellos, o al menos a la gran mayoría. Esta vez no voy a dar nombres porque entre niños especiales, trabajadores del centro (médicos, cuidadores, investigadores, militares...) y habitantes de DuPray se haría una lista demasiado larga, así que solo os diré que, para mí, todos los personajes están muy bien perfilados y trabajados. Imaginad lo complicado que debe ser crear tantos perfiles distintos, pero King ha sido capaz de darle a cada personaje una personalidad completamente diferente y ha sido casi imposible no empatizar con algunos de ellos, especialmente con los niños. Algo muy complicado de conseguir, ¿no creéis?

«Esta vida que creemos vivir no es real. No es más que teatro de sombras, y personalmente me alegraré cuando se apaguen las luces. En la oscuridad, todas las sombras desaparecen».

La trama, en mi opinión, está tan bien trabajada como los personajes, pero ya comentaba al principio que en algunas partes se me hizo cuesta arriba y me costó bastante avanzar. Esperaba más, sí. Yo siempre espero más cuando leo a King, que se me queda corto en algunos aspectos, y esta vez he echado en falta más intriga, más acción, una mayor explotación (o exploración) de los poderes de los niños... Con esto no estoy diciendo que no la haya, o apenas, porque no sería cierto, pero teniendo en cuenta que la novela tiene poco más de seiscientas páginas, espacio y lugar ha tenido para incluir más chicha y quizá no haberse explayado tanto en escenas que no aportaban nada a la trama, haciéndola avanzar más lentamente.

«Luke estaba cada vez más convencido de que esa era justo la razón por la que se encontraban allí: para que se llevasen la mejor parte de ellos. En la Mitad Delantera los convertían en armas y, en la otra, los utilizaban hasta acabar con ellos».

No sé si conocéis la serie «Hanna», de Amazon, (que me encantó, por cierto) pero su segunda temporada me ha recordado muchísimo a la novela y ha sido imposible evitar las comparaciones... Aun así, reconozco que la trama está bien trabajada y planteada, aunque haya echado en falta más acción, y es cierto que hay bastantes escenas duras y crueles, sobre todo hacia los niños 😔 Dejando esto a un lado, también destacaría la ambientación de la novela, que está muy bien pulida, trabajada y contextualizada, y hay un ligerísimo toque de romance que apenas se nota, pero ahí está y a mí me gustó bastante.

La pluma del autor me ha gustado bastante precisamente por ese toque juvenil y fresco que tiene. Después de haber leído «El juego de Gerald», por ejemplo, que es más adulta, reconozco que esta novela ha sido algo así como un soplo de aire fresco y no me ha costado nada seguir sus palabras, explicaciones y descripciones, que en este caso no me han parecido excesivas ni tediosas, muy al contrario de lo que ocurre en otras novelas suyas y por lo que es muy conocido 😂 Esta vez encontré un estilo sencillo, directo y en ocasiones crudo y cruel, pero sí, me gustó bastante.                                                                                                      La novela se divide en varias partes y estas, a su vez, se dividen en capítulos muy cortos, algunos de apenas cinco páginas, lo que agiliza, y mucho, la lectura. Aunque hubiese muchos capítulos (demasiados) que me aburriesen porque no sucedía nada o no avanzaba la trama. Lo cierto es que esperaba tardar menos tiempo en leer la novela, pero le he dedicado casi un mes entre el número de páginas que tiene y las partes que no me enganchaban nada o no me invitaban a seguir leyendo, pero tampoco ha estado del todo mal. Diría que, para mí, el ritmo de lectura es una montaña rusa, teniendo sus picos y sus caídas, siendo en general es estable y ágil a su vez (?)

Y ya, para terminar, comentar que el final me gustó bastante, pero los últimos capítulos se me hicieron muy cuesta arriba y algo incomprensibles. Es decir, o me dan las cosas bien mascadas y explicadas o tengo que releer algunos capítulos para terminar de entender e hilar bien todo 😅 Estamos ante un final casi cerrado, y digo casi porque pues algunas incógnitas quedan en el aire, y es cierto que otras se resuelven demasiado precipitada o casualmente. ¿La recomendaría? Por supuesto, aunque no seáis fans del autor o nunca hayáis leído una novela suya. Creo que es una muy buena opción para empezar con él, aunque no sea su novela más corta o de las mejores, pero ya sabéis que el hecho de que a mí no me haya gustado tanto como esperaba no significa que a vosotros no os vaya a gustar, que la trama que plantea es bastante interesante 😇

 

3/5

Y vosotros, ¿habéis leído esta novela? ¿Os gustaría leerla? Contadme :)

¡Nos leemos en la próxima entrada!